MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL
Discurso de S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, al anunciar aprobación del Proyecto de Ley que crea el Ministerio de Desarrollo Social en el día de la solidaridad
Estación Central, 18 de agosto de 2011
Emociona mucho venir al Santuario del Padre Hurtado. Hace unos minutos, y siguiendo esa recomendación de Gabriela Mistral, junto a mi mujer Cecilia pusimos una ofrenda de aromos sobre la tumba del padre Hurtado. Y el Padre Moreira nos contó una situación muy emotiva cuando ellos pudieron ver los restos del Padre Hurtado.
Porque un día como hoy, el año 1952, dejó este mundo un hombre santo. Pero no nos dejó de verdad, porque su obra, su mensaje, su testimonio, su palabra, siguen más vivos que nunca. El Hogar de Cristo, la revista Mensaje, las organizaciones dirigidas al mundo sindical, que son la obra fecunda del Padre Hurtado, nos han acompañado hasta el día de hoy.
Pero, por sobre todo, su ejemplo, ese ejemplo que ha inspirado a tantas y a tantos a abrazar y comprometerse con la causa de hacer de Chile un país sin pobreza.
Por cierto, durante estos años han ocurrido muchas cosas, avances y retrocesos en intentar hacer de Chile un país más pacífico, más fraterno, más justo, más solidario. Pero siempre hemos escuchado como un verdadero martillo esas palabras del Padre Hurtado, que son una invitación a no bajar la guardia y a mantener abiertas nuestras conciencias. “Nadie es tan pobre que no pueda dar”, “hay que dar hasta que duela”, “la caridad empieza donde termina la justicia”. Son frases que nunca debemos olvidar, porque reflejan, en lo más profundo, el mensaje del Padre Hurtado.
Y fue en recuerdo de ese gran hombre que el año 1993, el Congreso Nacional decidió instaurar el día de hoy como el Día de la Solidaridad.
Un país más solidario y más fraterno
Y por eso me parece una gran y muy motivante señal que en un día como éste, hace un año, firmamos y enviamos el proyecto de ley que crea el Ministerio del Desarrollo Social, y en un día como éste, en este año, estamos celebrando la aprobación prácticamente unánime por parte del Congreso Nacional, de esta gran iniciativa para hacer de Chile un país no solamente más próspero y más libre, sino que también más justo, más solidario, más fraterno, y por qué no decirlo, más cristiano.
La tarea que está por delante es la más difícil. Una cosa es aprobar un proyecto de ley que crea el Ministerio de Desarrollo Social, y otra cosa es que ese ministerio cumpla el rol que está llamado a cumplir.
Por eso, ministro Lavín, tiene usted mucha razón que la lucha contra la pobreza es pasión, pero también es razón, es corazón, y también es cabeza. Quiero pedirle que, al igual como el cerebro humano tiene dos hemisferios, el hemisferio izquierdo, el de la razón, de la lógica, de los argumentos, por cierto muy necesario, pero insuficiente. Y el hemisferio derecho, el de las emociones, los sentimientos, la imaginación. Y quiero, ministro, que todos apliquen en plenitud los dos hemisferios, el de la razón, pero también el del corazón, el de la lógica, pero también el de las emociones, en las labores que deberán enfrentar en este nuevo ministerio.
Avances en la lucha contra la pobreza
Sé muy bien que la pobreza nos ha acompañado desde siempre. Hace más de 200 años, cuando celebrábamos nuestra independencia, más del 90 por ciento de los chilenos vivía bajo la línea de la pobreza. Cien años después, cuando celebramos nuestro Centenario, prácticamente el 70 por ciento de los chilenos vivía bajo la línea de la pobreza. Fue en esos tiempos en que no existía el Estado como un actor en la lucha contra la pobreza, sino que solamente había instituciones de beneficencia, muchas de ellas ligadas a las iglesias.
Cuando el Papa León XIII, en medio de momentos muy turbulentos, puso arriba de la mesa el tema que se llamó “La Cuestión Social”, el año 1891, mientras los chilenos nos enfrentábamos a una brutal y fratricida guerra civil, en su famosa encíclica “Rerum Novarum”, exigió a todos los Estados, y particularmente a los pueblos que profesaban la fe cristiana, hacerse cargo de esa herida profunda que existía en muchas sociedades, que era la pobreza, y enfrentar de una vez por todas la cuestión social.
Sin embargo, tuvieron que transcurrir muchas décadas en nuestro país para que ese mensaje calara hondo y tuviera frutos fecundos. Fue recién el año 1920 que en nuestro país establecimos la Instrucción Primaria Obligatoria. Fue recién el año 31 cuando por primera vez promulgamos el Código del Trabajo. Fue recién el año 52 cuando se realizó el primer Censo de Vivienda y recién el año 64 cuando se creó el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, todos ellos apuntaban a que el Estado se involucrara y se comprometiera con el tema de la lucha contra la pobreza y la construcción de una sociedad más solidaria.
Después vinieron, por supuesto, muchos avances: el Servicio Nacional de Menores, la Ficha CAS y, además, el mapa de la extrema pobreza, que nos permitió conocer esa realidad con mayor profundidad. Todo ello permitió que a comienzos de la década de los 90, cuando la pobreza en nuestro país alcanzaba al 39 por ciento y nos encontrábamos nuevamente con la democracia, nuestro país asumiera un compromiso mayor en la lucha contra la pobreza.
Y la verdad es que ello nos ha permitido muchos avances. Permitió que el año 2006 el porcentaje de chilenos que vivía bajo la línea de la pobreza se redujera a un tercio de lo que era a comienzos de la década de los 90. Y eso significó, en el fondo, que dos de cada tres compatriotas que vivían en pobreza cuando recuperamos la democracia, lograsen superar esa situación.
Es verdad que la Casen del año 2009 mostró un retroceso en materia de pobreza. De hecho, 355 mil compatriotas se sumaron al drama de la pobreza entre el año 2006 y el año 2009. Y ésta subió como porcentaje hasta un 15,1 por ciento, golpeando con mayor fuerza a nuestros niños. Uno de cada cuatro niños en nuestro país vive en condiciones de pobreza.
Y por eso creo que este nuevo Ministerio de Desarrollo Social llega tarde, es verdad, pero más vale tarde que nunca, pero tiene por delante una misión formidable.
Tareas del nuevo Ministerio
La puesta en marcha de este Ministerio, que era uno de los compromisos más sentidos y más queridos, no solamente por nuestro Gobierno, sino que siento que por todos los chilenos, va a significar, como lo dijo el ministro Lavín, que el tema de la igualdad, de la solidaridad, de la lucha contra la pobreza y también de la dignidad de los que viven en condiciones vulnerables, esté en el corazón de las políticas públicas y no sea algo secundario o marginal, sino que sea algo central y primordial.
Y por eso, ministro, si usted ha leído bien nuestro programa, sabe que ahí está establecido que queremos que el Ministerio de Desarrollo Social viva en La Moneda, para que esté cerca de la toma de las decisiones. Y eso es algo que vamos a tener que implementar, para que esa señal de que no solamente queremos un país más próspero, sino que también un país más justo, esté presente en todas y cada una de las decisiones de políticas públicas que se adopten en el Gobierno y particularmente en La Moneda.
Nuestro Gobierno se ha propuesto una meta grande, noble y al mismo tiempo ambiciosa, pero también factible, que es derrotar la pobreza extrema durante nuestro período de Gobierno, y sentar las bases para que antes que termine esta década, Chile no solamente haya podido dejar atrás el subdesarrollo, sino que también haya podido superar la pobreza.
Y desde ese punto de vista, el Ministerio de Desarrollo Social tiene precisamente por misión mantenernos alertas, ser la voz de los más pobres, que es la voz que menos se escucha en la sociedad chilena. En la sociedad chilena se escuchan muchas voces, algunas con mucha fuerza, otras incluso con violencia, y el Gobierno tiene que escucharlas todas, pero hay una voz que nunca debe dejar de escuchar, que es la voz de los más pobres, de los más vulnerables, de los más desamparados, que muchas veces precisamente por esa condición no tienen voz propia. Y por eso se requiere más que nunca que el Gobierno, que debe ser la voz de todos, pero especialmente de los más vulnerables, nunca deje de escuchar y comprometerse con esta causa.
Por eso que estamos en esta verdadera cruzada de lograr ese desarrollo integral, que es mucho más que duplicar el ingreso per cápita, que es mucho más incluso que superar la pobreza. El desarrollo integral es un desarrollo material, pero también un desarrollo espiritual. Tiene que ver con las oportunidades, con las seguridades, pero también tiene que ver con los valores.
Y este Ministerio de Desarrollo Social, con sus dos subsecretarías, tendrán a cargo programas muy importantes, como Chile Seguridades y Oportunidades, el Ingreso Ético Familiar, el Programa Chile Crece Contigo, la elaboración de la nueva Ficha de Protección Social. Además de eso, instituciones como el Fosis, la Conadi, el Instituto Nacional de la Juventud, el Senama, el Servicio Nacional de los Discapacitados, entre otras.
Y además crea una nueva Subsecretaría que se va a preocupar de evaluar los más de 300 programas sociales que tenemos en nuestro país, para garantizar que esos programas no solamente tengan el nombre de social, sino que realmente estén llegando con sus frutos a aquellos que más lo requieren, y no como tiende a ocurrir, se queden muchas veces los beneficios atrapados o se desvíen hacia sectores con mayor poder de presión o con voces más fuertes.
En síntesis, una de las reformas más importantes en la lucha contra la pobreza en nuestro país es la que estamos hoy día celebrando con la aprobación prácticamente unánime de este Ministerio de Desarrollo Social, que va a ser también el Ministerio de la igualación de las oportunidades, el Ministerio que se va a preocupar de reducir las desigualdades excesivas que existen en nuestra sociedad y que son inaceptables, y que son algo frente a lo cual nadie puede simplemente ni bajar los brazos ni muchos menos cerrar los ojos para ignorarla.
El valor del trabajo en equipo
Quiero agradecer al ex ministro Felipe Kast por el trabajo que hizo por este proyecto de ley, agradecer al Congreso que lo aprobó en forma prácticamente unánime, y quiero también agradecer al Congreso, porque ayer, el Senado en forma unánime aprobó la eliminación o reducción del siete por ciento de descuento de salud que afecta a nuestros adultos mayores.
Esto significa no solamente que 700 mil adultos mayores, los más vulnerables, van a haber eliminado ese descuento que todos los meses disminuía sus pensiones. También que el próximo año más de un millón de adultos mayores se van a ver beneficiados. Significa también otra cosa, significa que con buena voluntad, con diálogo, con entendimiento, somos capaces de ponernos de acuerdo en nuestro país y somos capaces de aprobar, incluso por unanimidad, aquellas cosas que realmente Chile necesita.
En un momento en que la división, la intransigencia, la violencia, da la impresión que se toma nuestras calles, los que creemos en la unidad, los que creemos en el valor del diálogo, los que creemos en la fecundidad de los acuerdos, más que nunca tenemos que redoblar nuestros esfuerzos y recuperar ese camino de unidad, que es la verdadera fortaleza de nuestro país y del pueblo chileno.
Plan Invierno
Por esa razón quería también felicitar muy sinceramente al Hogar de Cristo por este enorme esfuerzo que en conjunto con el Gobierno de Chile hemos hecho con el Plan Invierno, que se trata de llevar a miles de personas, 15 mil decía el padre Moreira, que viven en situación de calle la oportunidad de tener al menos una noche digna, que fue el nombre que pusimos a este programa.
Se ha hecho un esfuerzo inmenso, habilitando albergues a lo largo y ancho de nuestro país, aumentando la capacidad de camas disponibles, prácticamente en un 50 por ciento, instalando nuevos comedores fraternos, creando una red de voluntarios a lo largo de Chile, que hace rondas de noche para ir a encontrar incluso a aquellos que no quieren o no pueden llegar a los albergues y llevarles alimentación, frazadas, atención de salud, pero por sobre todo, cariño, comprensión y acogimiento.
El Plan Invierno ya ha demostrado sus frutos fecundos. El año pasado 150 compatriotas en situación de calle perdieron la vida debido al frío y las lluvias. Este año esa cifra de 150 la hemos logrado reducir a 17, lo cual refleja que no son solamente buenas intenciones, sino que también buenos resultados. Adicionalmente, agradecer a esos ocho mil voluntarios que todavía están participando, especialmente esta semana, en la construcción de un catastro completo de personas en situación de calle, para saber mejor quiénes son, dónde están, cómo podemos recuperarlos, cómo podemos hacer políticas que permitan de verdad mejorar su condición de vida.
El Ingreso Ético Familiar
Quisiera hacerle un encargo muy sentido, pero también muy exigente al ministro Lavín, que va a estar a cargo de este nuevo Ministerio de Desarrollo Social.
En primer lugar, apurar al máximo la puesta en marcha de este Ministerio de Desarrollo Social. Sabemos que por nuestra institucionalidad tiene que pasar el trámite del Tribunal Constitucional, pero queremos que lo antes posible el ministerio esté funcionando, operando y generando frutos fecundos.
Y además encargarle al ministro Lavín que antes que estemos celebrando nuestras Fiestas Patrias, esté enviado el proyecto de ley que crea el Ingreso Ético Familiar. Este Ingreso es una nueva forma de enfrentar el tema de la pobreza. Tiene un pilar solidario, en que se ayuda a las personas por el solo hecho de ser personas y la dignidad de esas personas, pero también un pilar de esfuerzo, en que se le pide a las personas que se comprometan junto con el Gobierno y el Estado de Chile a aportar su propio esfuerzo para superar su condición de pobreza.
Y esto no es solamente para no matar la voluntad, el esfuerzo y el compromiso de la gente vulnerable para superar su propia situación, por supuesto que para superar la situación de pobreza se requiere esa alianza estratégica entre los que viven en condiciones vulnerables y la ayuda que entrega la sociedad a través de instituciones como el Hogar de Cristo y también a través del Estado, pero además se hace más eficaz y más poderoso el programa cuando existe esa alianza estratégica. Creo que esa es la única forma de tratar con dignidad a las personas que viven en condiciones de pobreza.
Porque cuando ellos se dan cuenta que son ellos mismos los que con su esfuerzo, con los talentos que Dios les dio están colaborando a superar su condición de pobreza, recuperan en plenitud su dignidad. Cuando solamente reciben ayuda pero no se sienten parte de su proceso de superación, no son ni están viviendo en plenitud la dignidad que todo ser humano debe tener.
Por eso nuestro Gobierno se ha planteado con claridad combatir la pobreza y las desigualdades excesivas con dos tipos de instrumentos: los primeros apuntan a las verdaderas causas de la pobreza y de las desigualdades excesivas, que son muchas, pero sin duda las principales son tres: la mala calidad de la educación que la sociedad chilena entrega a los sectores más vulnerables, las pocas oportunidades de buenos trabajos que la sociedad chilena otorga a los más vulnerables y la debilidad de la familia de los sectores más vulnerables. Por eso el tema de la educación, el tema del trabajo y el tema de la familia están en el corazón de nuestro programa de Gobierno.
Pero como eso toma tiempo y, como recordaba el ministro Joaquín Lavín, los pobres ya han esperado más de la cuenta, también tenemos que atacar las consecuencias y aminorar, mitigar, aliviar esas consecuencias. Y a eso apunta el Ingreso Ético Familiar, que va a complementar los ingresos de las familias más pobres, para poder permitirles superar su condición de extrema pobreza durante nuestro Gobierno y también la condición de pobreza antes que termine esta década.
Pero incluso en esa parte, que tiene que ver con aliviar las consecuencias, queremos que existan esos pilares. Por eso el Ingreso Ético Familiar tiene dos componentes: un componente se entrega en forma incondicional, por el solo hecho de ser personas viviendo en condición de pobreza. El otro componente va ligado al esfuerzo. Y cuando una familia que vive en condiciones de pobreza logre que sus hijos asistan a la escuela, eso va a ser premiado, cuando sus hijos mejoren su rendimiento escolar, eso va a ser premiado, cuando sus hijos tengan sus controles de salud y de vacunación al día, eso va a ser premiado, cuando un miembro de una familia en condiciones de pobreza logre encontrar trabajo o capacitarse, eso va a ser premiado, de forma tal de que las familias sepan que su esfuerzo no va a ser desconocido, sino que todo lo contrario, va a ser reconocido, que cuando se esfuerzan y progresan no por eso van a perder la ayuda del Estado, sino que todo lo contrario, el Estado se va a comprometer aún más con esa familia.
Esa es la filosofía profunda que queremos establecer con este gran proyecto del Ingreso Ético Familiar, que nos va a permitir unir fuerzas entre las familias vulnerables, la sociedad y el Estado, para derrotar el flagelo de la pobreza extrema en nuestro país durante nuestro periodo de Gobierno, es decir, durante los próximos dos años y medio que tenemos por delante. Y ese es tal vez el más grande desafío que asume y enfrenta el nuevo Ministerio de Desarrollo Social.
Privilegiemos el diálogo por sobre la instransigencia
Finalmente, quisiera hacer un llamado a todas las chilenas y chilenos. Hoy día el mundo vive tiempos muy difíciles. Sabemos que las economías más desarrolladas están pasando por tiempos de crisis. Sabemos que la economía más poderosa del mundo, como la economía americana, no solamente está estancada, sino que estuvo al borde de la cesación de pagos. Sabemos que la crisis financiera que afecta a Europa ya no es solamente de los países del Mediterráneo, como Grecia y Portugal, sino que está afectando también a países como Francia.
Y en este mundo turbulento, lleno de nubarrones, tenemos un país, nuestro país, Chile, que está siendo un verdadero ejemplo, un país que a pesar de haber sido golpeado por un devastador terremoto, está creciendo, está creando trabajos, está enfrentando sus problemas que se arrastraban durante décadas, y tenemos que seguir haciéndolo, pero estoy absolutamente convencido de que el camino para hacer de Chile un país más libre, más justo, más próspero, más solidario no es el camino de las piedras, de la violencia ni de las bombas molotov. Eso no conduce a ninguna parte. Ese camino ya lo conocimos en el pasado y nos llevó al quiebre de la democracia, a la pérdida de la sana convivencia y tuvo muchas otras consecuencias.
Por eso nunca me voy a cansar como Presidente de Chile, y especialmente en estos tiempos difíciles que está viviendo el mundo entero, de llamar a todos mis compatriotas a sacar lo mejor de nosotros mismos, a privilegiar la unidad por sobre la división, el diálogo por sobre la intransigencia y los acuerdos por sobre el enfrentamiento.
Y creo que el ejemplo de un Congreso Nacional que en forma unánime aprueba el proyecto que crea el Ministerio de Desarrollo Social, el ejemplo de un Congreso Nacional que en forma unánime aprueba la eliminación y reducción del siete por ciento, se tiene que seguir reproduciendo.
Y por eso les quiero pedir a los parlamentarios presentes que el próximo paso es aprobar la extensión del postnatal de tres a seis meses para darle a nuestro país un verdadero mensaje de respeto, valoración por la vida y especialmente en los primeros seis meses de vida de las chilenas y chilenos que están por venir.
Muchas gracias.