Dado el agravamiento de los atentados a las libertades, la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos en Venezuela, ha llegado el momento de hablar y actuar alto y claro, rompiendo el silencio y poniendo fin a la ambigüedad y pasividad respecto del comportamiento antidemocrático del gobierno de Venezuela.
La opinión pública internacional ha conocido con estupor que la dirigente política venezolana María Corina Machado, después de haber sido expulsada hace unos meses del parlamento, sin fundamento alguno, será llevada a los tribunales acusada de “conspirar para asesinar al presidente Nicolás Maduro”. A esta absurda e injustificada acusación se suma la detención ilegal e ilegítima de Leopoldo López, cuya liberación ha sido instruida por la Organización de Naciones Unidas, así como la constante presión política y judicial que de forma cotidiana sufre el conjunto de la oposición democrática venezolana.
Estos atropellos inaceptables deben ser denunciados de forma firme y clara. Además los países y los organismos regionales e internacionales deben actuar en consecuencia, reivindicando la libertad y los derechos de todos los demócratas venezolanos, aplicando las respectivas cláusulas democráticas e imponiendo las sanciones que correspondan para conminar al régimen del presidente Maduro a restablecer el pleno respeto a las libertades, la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos.
Sebastián Piñera E. y José María Aznar