Ex Mandatario repasa su relación con el fallecido líder DC y la amistad que lo unió con su padre, José Piñera. Afirma que el programa y los discursos de Aylwin durante su campaña presidencial reflejaban un estilo retrógrado, pero que finalmente su gobierno superó sus expectativas.
"Mis primeros recuerdos de Patricio Aylwin son de los años 50. Era muy amigo de mi padre, José Piñera; y, de hecho, fue en esos años que se formó la DC y ambos integraron juntos la primera directiva. En esa época, yo era muy niño, pero a mi padre le gustaba hacer almuerzos políticos los fines de semana e invitaba a sus amigos: Eduardo Frei, Radomiro Tomic, Gabriel Valdés, Bernardo Leighton, Patricio Aylwin, y nos pedía que nos sentáramos a la mesa. Desde el primer momento me llevé la impresión de un hombre bueno, pacífico, amistoso, moderado, componedor, republicano", recuerda el ex Presidente Sebastián Piñera sobre cómo y cuándo conoció a Aylwin.
El ex Mandatario agrega que, más tarde, ambos alternarían durante la campaña del 64 de Frei Montalva, el plebiscito por la Constitución del 80, el acuerdo nacional de 1985 y el plebiscito del Sí y el No de 1988.
"Normalmente, estas transiciones de gobiernos militares a democráticos son en medio de crisis política, caos económico y violencia social. Y creo que uno de los grandes aportes de Patricio Aylwin por el cual Chile le debe mucho fue haber liderado una transición verdaderamente ejemplar a un gobierno democrático y haber sabido liderar con grandeza y sabiduría el primer período post gobierno militar", comenta Piñera.
-Usted estuvo junto a él el 64 y el 80, ¿cómo fue estar al otro lado en las elecciones presidenciales de 1989?
-Mientras tuvimos gobierno militar, con graves restricciones a las libertades y violaciones de los derechos humanos, nunca tuve dudas de que el mejor camino para Chile era recuperar la democracia y por el camino más corto, que fue la opción No en el plebiscito de 1988. Por lo tanto, en esos años estuvimos del mismo lado. Pero, cuando se ganó el plebiscito 1988 y, al año siguiente, se abrieron las puertas a la democracia, en el mundo ya había caído el Muro de Berlín, se había terminado la Guerra Fría y estaba llegando la revolución de la sociedad del conocimiento y la información. Pensé que una cosa era recuperar la democracia, pero además había que incorporarse a este nuevo mundo; y, desde ese punto de vista, me parecía que él no era la persona más indicada para liderar ese proceso, y así lo dije públicamente.
"La Presidencia lo rejuveneció"
-¿Le parecía que Aylwin no representaba el mundo que venía?
-Cuando vi el primer programa de la Concertación, no me pareció un buen programa para Chile, me pareció retrógrado, porque quería volver al Chile de los años 60 y no tomaba en cuenta el gigantesco cambio que había experimentado la sociedad a nivel mundial. Había que avanzar con democracia y no retroceder con democracia. Ahora, debo reconocer que el del Presidente Aylwin fue un muy buen gobierno y mucho mejor que su programa. Nuestros caminos se volvieron a encontrar una vez que él era ya el Presidente electo y antes de que asumiese el nuevo Congreso, del cual yo era parte como senador electo. Iniciamos una serie de conversaciones con él y sus principales ministros, Boeninger y Foxley, cuyos objetivos centrales eran cinco: cómo hacer una transición inteligente desde un gobierno militar que había durado más de 17 años hacia esta nueva democracia que se iniciaba; cómo perfeccionar nuestra Constitución y esta democracia, eliminando enclaves autoritarios; cómo consolidar y legitimar la economía social de mercado libre, abierta y competitiva; qué hacer como sociedad para lograr la verdad y la justicia que eran absolutamente necesarias; y, por último, avanzar más rápido en la derrota de la pobreza y la búsqueda de mayor justicia social e igualdad de oportunidades. Por eso, cuando el Presidente Aylwin asumió, muchas reformas -como la social, tributaria, y laboral- fluyeron en forma muy ágil y fecunda a pesar de mucha oposición del ex gobierno militar y la propia UDI de esa época. Eran los tiempos de "la democracia de los acuerdos" que fue muy útil y oportuna, dados los grandes desafíos que enfrentábamos.
-¿Y la figura de Aylwin como candidato?
-Sentía que Patricio Aylwin en esa época era un hombre que no representaba el proyecto de futuro que yo quería para Chile. Por supuesto que representaba los valores de la democracia, el respeto a los derechos humanos y del humanismo cristiano. Pero se requería, además, en esa época, un compromiso con el nuevo mundo que estaba emergiendo, con la modernidad y con la nueva sociedad del conocimiento y la información que ya había surgido. Y, por tanto, pensé que lo mejor era combinar la libertad política -que significaba la democracia- con la libertad económica -que significaba la economía social de mercado- y la libertad social -que significaba derrotar la pobreza y alcanzar una mayor igualdad de oportunidades.
-¿Le pidió su apoyo?
-Él nos contó su intención de ser candidato a la Presidencia, y, por ello , lo que nos estaba planteando era que lo apoyáramos. Yo decidí no hacerlo.
-¿Se arrepiente?
-No, pero sí creo que Patricio Aylwin hizo un gran gobierno y fue un mucho mejor Presidente de lo que yo pensaba. Recordemos que él había dicho algunos años atrás que era parte de una generación fracasada. Ahora, la Presidencia rejuveneció a Patricio Aylwin no solo físicamente, sino también intelectualmente. Y siento que Aylwin tuvo la inteligencia, la grandeza y la humildad de darse cuenta de los nuevos signos de los tiempos; y, por lo tanto, hacer un mucho mejor gobierno, mucho más moderno de lo que se anticipaba por los discursos y el programa del año 89.
-En algún momento, Gabriel Valdés le hizo un gesto a usted cuando fue candidato presidencial. ¿Existió la posibilidad de algo similar con Aylwin?
-En muchas ocasiones conversé con ambos y siempre recibí una actitud cariñosa, bien intencionada, dando buenos consejos. Soy una persona agradecida del aporte que Patricio Aylwin hizo a la política en general, a Chile y también a nuestro gobierno.
-¿Qué le pidió?
-Más que apoyo, le pedí consejos.
-¿Cuál fue el que más le quedó?
-Patricio Aylwin fue siempre una persona que buscaba sumar y unir, más que dividir o restar, y esos consejos siempre son muy útiles cuando uno está en la Presidencia, porque muchas veces uno pierde la paciencia y se olvida de que la única forma de avanzar en forma sustentable, sólida, fecunda es buscando la mejor relación posible no solo dentro de su propia coalición, sino también a través del diálogo y los acuerdos, con los que están al frente y piensan distinto.
-¿Hay algo que haya intentado imitar del gobierno de Aylwin?
-Él gobernó sin tener mayoría en el Senado. A nosotros nos tocó la misma situación. No solo no teníamos mayoría en el Senado. Tampoco en la Cámara, y también tuvimos que buscar muchos diálogos y acuerdos para sacar adelante gran parte de nuestro programa. Para eso, la experiencia de su gobierno fue muy inspiradora. De hecho, muchas veces lo invité a La Moneda o lo visité en su casa, y siempre me dio consejos, sabios y generosos.
-¿Cuál será el legado de Aylwin?
-Creo que va a ser reconocido por el inmenso y valioso aporte que hizo antes, durante y después de la transición a la democracia. Antes, porque fue muy importante en recuperar la democracia a través de métodos democráticos y no a través de la violencia. Durante, porque él condujo bien a la Concertación en un período muy complejo, pasó un año y medio en que hubo que convivir con un gobierno militar derrotado que iba de salida. Y no me cabe duda de que será reconocido como uno de los más grandes presidentes de Chile. Después ha sido un hombre muy relevante, por lo mismo que he dicho antes, gracias a su buena voluntad de cooperar y buscar acuerdos.
-Hubo dos puntos polémicos durante su gobierno: el arbitraje por Laguna del Desierto y la llegada de Erich Honecker a Chile.
-Lo de Laguna del Desierto tiene dos elementos: uno es el fondo, ya que se defendió mal la posición chilena y eso nos llevó a una dolorosa derrota; pero, además, hubo una frase desafortunada cuando dijo 'unos metros más, unos metros menos'. En cuanto a Honecker, recibirlo siendo el responsable de atropellos a los derechos humanos, tanto o más graves de los que ocurrieron aquí, fue algo que definitivamente a mí no me pareció adecuado.
-En lo más personal, ¿qué recuerdo le queda?
-Mientras él fue Presidente, siempre fue muy cariñoso y muy deferente con mi padre. Cuando mi padre murió, me impresionó mucho ver a Patricio Aylwin cargando su ataúd, y fue un momento de gran emoción, porque era algo que trascendía la política; era esa amistad profunda que compartían los grandes demócratas y autoridades de nuestro país.
Sentía que Patricio Aylwin en esa época (1989) era un hombre que no representaba el proyecto de futuro que yo quería para Chile . Representaba los valores de la democracia, los DD.HH. y el humanismo cristiano. Pero se requería además, en esa época, un compromiso con el nuevo mundo que estaba emergiendo, con la modernidad".Creo que uno de los grandes aportes de Patricio Aylwin fue haber liderado una transición verdaderamente ejemplar desde el gobierno militar a un gobierno democrático".
"Sentía que Patricio Aylwin en esa época (1989) era un hombre que no representaba el proyecto de futuro que yo quería para Chile. Representaba los valores de la democracia, los DD.HH. y el humanismo cristiano. Pero se requería además, en esa época, un compromiso con el nuevo mundo que estaba emergiendo, con la modernidad".
"Creo que uno de los grandes aportes de Patricio Aylwin fue haber liderado una transición verdaderamente ejemplar desde el gobierno militar a un gobierno democrático".
"Fue elegido por el pueblo de Chile para articular un reencuentro, para establecer las bases de una democracia que nos ha acompañado desde ahí, y tiene muchos más roles, pero ese es un rol que lo va a poner en la historia".
JORGE BURGOS
MINISTRO DEL INTERIOR
"Hemos recibido mucho cariño y estamos muy agradecidos. Estamos tristes, pero muy unidos, mi papá murió en paz. La valoración que ha recibido conmueve y nos compromete".
MARIANA AYLWIN
EX MINISTRA DE EDUCACIÓN
"Trabajé con él mucho tiempo, creo que fue un arquitecto, el conductor de un proceso que le hizo muy bien a Chile, y es la construcción de la cual todos podemos sentirnos orgullosos".
RICARDO SOLARI
EX MINISTRO PS
"Reiteramos nuestro afecto y recordaremos como chilenos y como miembros del Poder Judicial todo lo que ha significado la historia del ex Presidente, que es un ícono en la historia patria".
HUGO DOLMESTCH
PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA
"El Presidente Aylwin fue un hombre muy cercano a Carabineros y a la función que nosotros cumplíamos, nos tocó vivir con él una serie de etapas institucionales".
BRUNO VILLALOBOS
GENERAL DIRECTOR DE CARABINEROS
"Patricio Aylwin con su figura y con su ejercicio del poder reivindicó la mejor tradición democrática del país, en la cual el Presidente no es de algunos, sino que de todos los chilenos. Él fue el mejor constructor de la democracia chilena".
ANDRÉS ALLAMAND
SENADOR RN
Publicado en: El Mercurio
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