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Rescate en la Mina Chilena

Desde el 5 de agosto de 2010 y por 70 días, rescatistas chilenos trabajaron en la mina San José, para rescatar a 33 mineros atrapados bajo 700 metros de roca sólida.  

Más de dos meses después del colapso de la mina y ante la atenta mirada del Presidente Sebastián Piñera, el mundo vio cómo los trabajadores, emergieron uno a uno al interior de una cápsula especialmente diseñada para el rescate. Esta inusual proeza es un tributo al extraordinario trabajo en equipo llevado a cabo por expertos chilenos y del mundo entero, y para todos los familiares y amigos de los 33 que vivieron esos 70 días en un improvisado “Campamento Esperanza”. 

EL ACCIDENTE

El 5 de agosto de 2010, eran cerca de las 14:00 horas cuando en la mina San José se escuchó el rugido de un derrumbe. Contra cualquier pronóstico, todos sobreviven. Pero cuando comienzan a indagar, se dan cuenta de que una roca enorme obstruye la salida.

Los rescatistas entraron al túnel para despejar los escombros pero era demasiado inestable para realizar excavaciones, por lo que regresaron a la superficie para comenzar las perforaciones.

El Presidente Sebastián Piñera, que se encontraba en medio de una gira internacional, decidió volver al país, directamente a la Mina San José para reunirse con los familiares de los mineros atrapados.

“Salvar las vidas de 33 mineros que están atrapados es nuestra principal prioridad en este instante. La situación no es fácil, y quiero hablar con la verdad. Esto no está solamente en nuestras manos, también está en las manos de Dios”.
 
Presidente Sebastián Piñera
 
07 de agosto de 2010  

 

ATRAPADOS

En los días posteriores al derrumbe, los mineros se organizaron para buscar una ruta de escape y mantener un área habitable. El aire viciado y sofocante les quemaba los ojos, racionaron la comida, se mantuvieron juntos y trataron de no perder las esperanzas.

En la superficie, las familias de los mineros no perdían la fe. Cientos de demostraciones de cariño se manifestaron a lo largo de todo el campamento. La más importante fue el cerro donde se ubicaron 33 banderas, una por cada minero, 32 banderas chilenas y una bandera boliviana, en representación de Carlos Mamani, el único minero extranjero.