Cecilia Morel: "Reto al destino"

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Cecilia Morel: "Reto al destino"

17 de Diciembre de 2015

Hace unos años comenzó una campaña para generar y promover hábitos saludables en la población, logrando una alta y positiva acogida. No obstante, han surgido algunas voces escépticas y minoritarias, que a veces confunden el comprender las dificultades de ciertos grupos más desfavorecidos de la sociedad con –de algún modo no verbalizado– estigmatizar y, prácticamente, condenar a las personas con menos recursos a ser obesos y a sus consecuencias.

Siempre hemos sostenido que la obesidad va más allá de un problema de salud, que se trata de un fenómeno social, económico y cultural, tanto en sus causas como en sus implicancias. Asimismo, hemos enfatizado la importancia del rol del Estado para generar las condiciones para que todas las chilenas y los chilenos puedan tener las herramientas que les permita un estilo de vida sano.

 Sabemos que este desafío que lidera el Estado, es también de toda la sociedad en su conjunto, y que es una tarea a largo plazo. Si frente al mismo nos cruzamos de brazos, lo único que conseguiremos es aumentar la pobreza y la desigualdad.

Se perpetuará, de esta manera, como un círculo vicioso de nunca acabar, que amenaza nuestro desarrollo y afecta cruelmente a aquellos que más queremos ayudar.

Es necesario seguir avanzando en muchos aspectos todavía, como en la construcción y seguridad de entornos que permitan la vida al aire libre y la actividad física. Asimismo, impulsar políticas educativas y del agro que influyan en el acceso a ciertos alimentos que hoy están vedados para muchos. Mejorar el transporte público para disminuir los tiempos de desplazamiento del trabajo al hogar, medidas de conciliación trabajo-familia y tantas otras que contribuirían a mejorar nuestra calidad de vida.

 Sin embargo, el principal reto es cultural. Desafiar al destino, romper la inercia y asumir la responsabilidad de cuidar nuestra propia salud, ¡empoderarnos! Bastaría con disminuir el consumo de sal, azúcar, frituras y grasas saturadas, junto con caminar media hora diaria, para mejorar notablemente los índices de salud en nuestro país. Ello no cuesta dinero, pero sí, y no es fácil, requiere mucha voluntad y perseverancia. Pero este costo, este esfuerzo es transversal en todos los sectores de nuestra sociedad. Depende de nosotros...

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